Todo comenzó cuando Reyna Ramírez, con un tono firme y directo, preguntó al presidente cuántos funcionarios de primer nivel han sido sancionados por corrupción en su gobierno. La pregunta no era nueva, pero en esta ocasión, Ramírez la presentó en el contexto de los recientes señalamientos sobre posibles influencias en licitaciones públicas, un tema que ha generado controversia en las últimas semanas.
AMLO, visiblemente molesto, respondió que en su administración no hay casos graves de corrupción como los que se registraban en gobiernos anteriores. “Escogí muy bien a mi gabinete para que no hubiera problema”, afirmó con determinación. Además, el presidente aprovechó para recordar que su gobierno ha logrado un ahorro de 2 billones de pesos gracias a las políticas de austeridad y al combate frontal contra la corrupción.
La periodista, sin perder la compostura, insistió en que los señalamientos sobre influencias en licitaciones seguían siendo un tema preocupante. AMLO, en respuesta, mencionó el caso de Segalmex, una de las entidades bajo la lupa por irregularidades en la administración de recursos. Aunque reconoció que este caso se está revisando, dejó claro que no considera que esto refleje un problema generalizado en su gobierno.
“No voy a debatir contigo sobre esto”, sentenció el presidente, dejando entrever su incomodidad ante las preguntas de Ramírez. Sin embargo, la periodista no cedió y continuó con sus cuestionamientos, lo que llevó a un intercambio más acalorado, que culminó con AMLO reiterando que su gobierno es diferente a los anteriores y que los casos de corrupción son aislados y se están atendiendo.
Este episodio es parte de un patrón más amplio de confrontaciones entre AMLO y Reyna Ramírez, quien ha sido una crítica constante de algunas de las decisiones del mandatario. En varias ocasiones, la periodista ha señalado lo que ella percibe como inconsistencias en el discurso del presidente respecto a la transparencia y el combate a la corrupción.
La postura de Ramírez refleja el sentir de un sector de la prensa que considera que el gobierno de López Obrador, aunque ha avanzado en algunas áreas, todavía tiene retos significativos en materia de rendición de cuentas y manejo de recursos públicos. Por su parte, AMLO ha defendido su gestión, señalando que su gobierno ha roto con las prácticas corruptas del pasado y ha instaurado un nuevo modelo de administración pública basado en la honestidad y la austeridad.
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