San Cristóbal de las Casas, 21 octubre 2024. El sacerdote tsotsil Marcelo Pérez Pérez, quien había recibido amenazas por su labor como impulsor de los procesos de conciliación y paz en Chiapas, particularmente en Pantelhó, fue asesinado este domingo en San Cristóbal de las Casas Chiapas, a balazos cuando abordó su vehículo tras salir de oficiar una misa en el barrio de Cuxtitali. Las primeras investigaciones apuntan a la autoría material de dos hombres en una motocicleta, que aún no han sido localizados.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que ya se investiga el crimen y que su gobierno está en contacto con las autoridades chiapanecas y eclesiásticas.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su “más enérgica condena y profundo dolor ante el brutal asesinato”.
“Este acto de violencia, perpetrado al terminar la misa cuando el padre salía para continuar con sus labores pastorales, no solo priva a la comunidad de un pastor dedicado, sino que también silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas”, señaló en un comunicado.
La CEM aseguró que el asesinato no sólo afecta a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, “sino que hiere a toda la Iglesia en México y a la sociedad en su conjunto, especialmente en una región que hoy vive situaciones delicadas de violencia y pugna entre grupos del crimen organizado”.
Por lo tanto, hace un “llamado urgente” a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que se realice una investigación exhaustiva y transparente que conduzca al esclarecimiento del crimen, así como para que se implementen “medidas efectivas para garantizar la seguridad de los sacerdotes y agentes pastorales”, especialmente en zonas de alto riesgo.
La Iglesia Católica también llama a que se redoblen los esfuerzos para combatir la violencia y la impunidad “que afligen a la región de Chiapas y a nuestro país en general”.
La Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en la que Marcelo Pérez ejerció su labor pastoral, condenó “rotundamente” el crimen y destacó que el sacerdote fue “uno de los principales promotores de los procesos de diálogo y pacificación en el estado de Chiapas, denunciando desde hace varias décadas la violencia que se vive en la zona y la violación fragante a los derechos de sus habitantes y comunidades”.
Señaló que “en reiteradas ocasiones había recibido amenazas de muerte, difamaciones y hostigamiento por parte de grupos de poder que han cooptado la zona, autodefensas y autoridades locales”.
Recordó que el propio Pérez había definido a la entidad como “una bomba de tiempo” en la marcha por la paz del pasado 13 de septiembre, a la que convocaron los tres obispos de la Provincia.
“Lamentablemente, este asesinato se suma a una larga lista, como consecuencia de la realidad de violencia que se vive en Chiapas y que ha provocado que cientos de familias vivan el desplazamiento forzado y la amenaza constante”, menciona.
La Diócesis se suma al llamado urgente por la paz “que hace con su vida, muerte y Pascua” el sacerdote Pérez, cuya “vida y legado profético no se detendrá con este salvaje hecho criminal”.
Además, exige a las autoridades que no exista impunidad en el caso y se suma a la exigencia de que cese la violencia en Chiapas.
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