El ataque contra el campo de entrenamiento en Binyamina, cerca de Haifa, es el más mortal contra una base israelí desde el 23 de septiembre, cuando Israel redobló sus ataques contra Hezbolá en Líbano. Los servicios de emergencia reportaron más de 60 heridos.
Hezbolá dedicó el ataque del domingo a su exlíder Hasán Nasralá, asesinado en un bombardeo israelí el 27 de septiembre en Beirut. En un comunicado, dijo que la agresión contra esta ciudad del norte de Israel era una “respuesta a los ataques sionistas”.
El movimiento libanés afirmó el domingo que sus milicianos libraban combates “con armas automáticas” y “cohetes” contra soldados israelíes en al menos cuatro aldeas fronterizas con Israel.
Hezbolá “promete al enemigo que lo que presenció este domingo en el sur de Haifa es nada comparado con lo que le espera si continúa su agresión contra nuestro pueblo noble y querido”, afirmó.
También indicó que tendieron una emboscada a militares israelíes que trataron de infiltrarse al país y difundió un audio de Nasralá en el que el fallecido líder insta a sus combatientes a seguir los combates.
Asimismo, Hezbolá amenazó a Israel con más ataques si continúa su ofensiva en Líbano; el grupo proiraní prometió “al enemigo que lo que presenció hoy (ayer) en el sur de Haifa es nada comparado con lo que le espera si continúa su agresión contra nuestro pueblo noble y querido”, afirmó.
En tanto, el Pentágono informó este domingo que, por órdenes del presidente de EU, Joe Biden, se desplegará en Israel un sistema de defensa aéreo, conocido como THAAD, para reforzar el llamado domo de hierro del país hebreo.
En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, dijo que EU “está poniendo en peligro la vida de sus tropas al desplegarlas para que manejen un sistema de misiles estadunidense en Israel”.
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