Sin embargo, afuera, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) mostraban su descontento con la reciente reforma judicial, que consideran perjudicial para la inversión extranjera en el país.
Los manifestantes, portando carteles con consignas como “No hay negocios sin justicia” y “Justicia por elección es corrupción”, se oponían a la elección popular de jueces y magistrados. Estos trabajadores argumentaban que la reforma, en vigor desde el 16 de septiembre, amenaza la autonomía del Poder Judicial y, por ende, la seguridad de las inversiones extranjeras.
A pesar de las protestas, Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, reiteraron su confianza en que la reforma no afectará el ambiente de negocios.
Durante la conferencia mañanera, Ebrard enfatizó: “No competimos entre nosotros, nos complementamos”. La presidenta agregó que se realizarían mesas de trabajo para asegurar que los cambios al sistema judicial fortalezcan el Estado de Derecho en México.
La inversión extranjera, que ya representa una parte crucial de la economía mexicana, depende de la percepción de estabilidad y confianza en el sistema judicial. Ante esto, los líderes empresariales presentes en el diálogo escucharon atentamente las declaraciones de Sheinbaum, aunque con cierta preocupación por las manifestaciones que ocurrían justo en sus puertas.
A medida que el diálogo avanzaba, los anuncios de inversiones empezaron a tomar protagonismo. Se habló de inversiones por más de 20 mil millones de dólares de empresas como Royal Caribbean, que invertirá en un proyecto turístico en Mahahual, y Amazon, que planea expandir su red en México.
Estas inversiones son vitales para la economía del país, especialmente en un momento en que la incertidumbre sobre la reforma judicial genera inquietud.
Sin embargo, los manifestantes no se dieron por vencidos. Un pequeño grupo logró romper el cerco de seguridad y avanzar hacia la entrada de Palacio Nacional, provocando un intento de “portazo” que llevó a las autoridades a desplegar unidades antimotines para controlar la situación. Aunque hubo conatos de enfrentamiento, los manifestantes insistieron en que su lucha es en defensa del Poder Judicial y la libertad.
El evento del CEO Dialogue marcó un punto crucial en la relación entre México y Estados Unidos, especialmente en términos de inversión.
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