Tras el encuentro, Salinas Pliego fue blanco de críticas en la red social X (anteriormente Twitter). Los usuarios lo llamaron “hipócrita”, dado que durante años ha criticado abiertamente a los gobiernos de izquierda, advirtiendo que “el Estado no es la solución, es el problema” y advirtiendo sobre los “parásitos del Estado”. Esta hipocresía fue subrayada por comentarios como:
“Uy don Ricardo, ya lo doblaron”.
“Lo hackearon señor”.
“¿A poco si es un luchador por el bienestar, la libertad y la prosperidad, el tipo ese?”.
“Lula es un Narco Socialista que se robó todo”.
En respuesta a la crítica, Salinas Pliego no dudó en confrontar a los usuarios, destacando su estilo polémico y combativo en las redes. Una interacción notable fue cuando un usuario lo llamó “Don adulador”, a lo que el empresario contestó de forma sarcástica.
Aparte de la controversia por su reunión con Lula, Salinas Pliego enfrenta problemas fiscales graves con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México. La deuda acumulada por su empresa, Grupo Elektra, asciende a más de 34,734 millones de pesos (aproximadamente 2,002 millones de dólares), originada por omisiones fiscales en los años 2008 y 2013. La situación se ha vuelto más complicada por una oferta que hizo su equipo a la ministra de la Suprema Corte, Loretta Ortiz Ahlf, para gestionar su imagen pública, lo que generó suspicacias sobre sus intenciones.
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