El reclutamiento habría sido gestionado a través de una organización vinculada a los hutíes, el grupo rebelde que controla gran parte del Yemen, menciona EFE.
De acuerdo con el informe, los combatientes yemeníes fueron atraídos con la promesa de altos salarios y la posibilidad de obtener la ciudadanía rusa.
Sin embargo, tras su llegada, muchos fueron incorporados a las filas rusas de manera forzada y enviados al campo de batalla.
El diario cita declaraciones de mercenarios que denunciaron las condiciones de su
El enviado especial de Estados Unidos para el Yemen, Tim Lenderking, confirmó que Rusia mantiene contactos activos con los hutíes, en lo que describió como un intercambio de armamento y otros acuerdos estratégicos.
Estos movimientos reflejan el estrechamiento de la relación entre Moscú e Irán, un aliado clave de los hutíes, según analiza el FT.
Además, destacan el creciente recurso de Rusia a soldados extranjeros para reforzar sus filas, evitando así una movilización general en su propio territorio.
El reclutamiento de mercenarios yemeníes no es un caso aislado.
Según el informe, soldados de países como Nepal, India y Corea del Norte también han sido enviados al conflicto.
Se estima que 12 mil soldados norcoreanos han sido desplegados para apoyar a Rusia en la defensa de la provincia de Kursk, en la frontera con Ucrania.
Los hutíes, protagonistas clave en este esquema, también han intensificado sus ataques contra las cadenas de suministro globales.
Desde el inicio del conflicto entre Israel y Gaza, hace más de un año, han lanzado misiles contra buques cargueros en el Mar Rojo, agravando la inestabilidad en la región.
El involucramiento de mercenarios yemeníes y otros soldados extranjeros resalta las dificultades de Rusia para mantener su capacidad militar en Ucrania sin recurrir a medidas más drásticas como una movilización masiva.
Además, subraya los riesgos de la internacionalización del conflicto, donde potencias como Irán y grupos aliados están profundizando su participación.
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